Programas
Agua Panela Outreach
Desde 1994
El alcance de agua panela representa tanto el ADN como el punto de nacimiento de la fundación Ciudad Refugio. Fue el primer ministerio del Pastor Douglas cuando llegó a Medellín, Colombia en 1993, sirviendo a los pobres y ofreciéndoles la oportunidad de conocer a Jesucristo.
El ministerio continúa hoy a través de un equipo diverso de voluntarios locales e internacionales que salen a las calles semanalmente para ministrar a los desamparados, adictos y desplazados.
El alcance de agua panela representa el primer paso en la escala de los programas de recuperación de Ciudad Refugio. Se invita a los que viven en la calle a venir a dormir en el refugio de Ciudad Refugio. Los únicos dos requisitos para acceder a esta oportunidad son no estar bajo la influencia de las drogas y el alcohol y no tomar, de ninguna manera, actitudes que expresen violencia o agresión hacia otros.
El alcance de agua panela se ha convertido en un puente para otras organizaciones, ministerios, escuelas bíblicas e individuos interesados. Es una manera de conectar a los cristianos con las necesidades humanas reales y tangibles. Hacer parte de este ministerio es una experiencia que desafía a los individuos a aplicar la teoría abstracta a realidades difíciles de la vida real.
Más de 700 salidas de alcance, más de 1000 voluntarios en 15 años
Testimonio de un Voluntario
Mi vida ha cambiado después de esto.
Mi experiencia sirviendo con el ministerio de Agua Panela ha impactado profundamente mi corazón. He aprendido que todos – cada uno de los hombres y mujeres viviendo en las calles y que consumen drogas – están buscando amor. Algunos pueden encontrar a esta población ofensiva pero no lo son, ellos están genuinamente abiertos a recibir el auténtico amor de Cristo.
El agua azucarada
Todos los miércoles por la noche un grupo de voluntarios de Ciudad Refugio sale a las calles para distribuir agua panela y pan a las personas en condición de calle y adictos de Medellín. La merienda va acompañada de un folleto en el que se comparte el amor de Dios y se invita a participar en los servicios de refugio y restauración que ofrece la fundación. Este simple acto de amor representa el ministerio más antiguo de Ciudad Refugio y también el corazón de la organización manifestado al regresar semanalmente a plantar semillas de gracia.
Los Comienzos | Una Mirada Personal
Era el año 1994, un periodo muy violento en Colombia. La Iglesia donde trabajábamos estaba ubicada en uno de los barrios más oscuros y aterradores de Medellín; La reunión del sábado con los jóvenes había terminado, ya casi era domingo, y era un día lleno de trabajo para nosotros. Recuerdo que llamábamos a los fines de semana, “la gran maratón” porque teníamos cinco reuniones a las que asistir y para las cuales debíamos preparar el respectivo mensaje, además de evangelizar en la calle. Para cuando todo terminaba, estábamos muertos, pero ya llegaba el lunes… y empezábamos de nuevo. Sumado a esta lista de ocupaciones, estaba soltero y me sentía solo, lo que lo hace una situación muy dolorosa cuando uno tiene 25 años, y encima de todo, no podía dormir.
El poder
de la oracion
de la oracion
Cada bebida caliente y cada pan se sirve con un “Jesús te ama” y una oferta de oración. Los que aceptan experimentan el poder de acercarse a la poderosa presencia de Dios y experimentan, muchos por primera vez, el toque de su gracia.
Gotas
de gracia
de gracia
Cada bebida caliente, cada folleto, cada oración o cada “Jesús te ama”, representa una gota de gracia. No sabemos qué gota será la que penetre para abrir un corazón endurecido, pero cada semana seguimos distribuyendo estas gotas de gracia y sabemos que no somos nosotros, sino que es Dios quien trae el crecimiento.
Una sonrisa y
una palabra amable
una palabra amable
Los hombres, mujeres y niños que viven en las calles de la ciudad viven vidas invisibles a medida que el mundo pasa de largo sin percatarse de su presencia. Una sonrisa, una palabra amable, un toque suave… gestos sencillos como estos comunican un sentido de valor, de ser visto, que ellos como la “gente invisible” está desesperada por experimentar.
La Historia de un Trabajador
En busca de un rostro familiar
Comencé a consumir drogas cuando tenía 14 años, primero con cigarrillos, luego con alcohol, luego con marihuana y luego con cocaína. Veinte años después tomé la decisión de dejar mi adicción. Me encerré en mi casa durante 5 meses y pude dejar las drogas.
Pensé que era libre.
Formas de involucrarse

¡Ven! Y se voluntario. Únete a personas y a grupos de todo el mundo inscribiéndote y marcando la diferencia.
