Un Tiempo de Crecimiento
Por Priscilla |Programa de intercambio de voluntarios
Estando en Alemania, he crecido en todas las áreas. Tengo un sentido cada vez mayor de lo que significa estar aquí como latina y estoy tratando de ser la mejor versión que pueden ver de Colombia, aprendiendo a ser proactiva, a dar mucho más de lo que pensaba que tenía, a conocer a Dios en un nivel más profundo, a estar sola, a disfrutar de la compañía de personas sin entender lo que dicen, a sacrificar mi comodidad para conectarme con la gente, a pagar el precio de mis sueños, y he desarrollado un nivel diferente de relación con mi familia e iglesia.
Aparte de estos logros personales, me he desecho de muchos de los estereotipos que tenía sobre Europa, Alemania, los alemanes y los refugiados. Uno de estos estereotipos que he rechazado es pensar que toda la gente en Alemania es rica y por lo tanto feliz. Pero en Alemania también hay gente que no tiene suficiente dinero; hay gente que está totalmente sola y que sufre igual que en nuestro país. Por lo tanto, lo que más valoran es un poco de tiempo. Acompañar en una celebración, ser parte de eventos sencillos, sentarse a conversar o simplemente darles una sonrisa y un abrazo es más valioso que cualquier otra cosa.
Otro estereotipo que he rechazado es la baja autoestima que nosotros los colombianos y latinos hemos tenido desde hace décadas. Nunca en mi vida me había sentido tan orgullosa de mis orígenes como en estos cinco meses. Tenemos tanta riqueza y recursos humanos que solo en la distancia se entiende. Nuestra cultura ha creado gente sencilla y amable, que se le mide a todo, que no se le quita a nada. Ahora no me canso de invitar a personas a que se atrevan a viajar a Colombia porque Dios nos ha dado mucho para complementar una cultura tan diferente como lo es la alemana.